3 de mayo de 2011

Sierra Elvira, cada año mejor


La V Carrera por Montaña Sierra Elvira ha puesto a rodar la Copa de España FEDME 2011. Quedan como líderes provisionales de la prueba Iván Ortiz y Oihana Kortázar (que competían por sus respectivas selecciones autonómicas) a falta de las tres próximas carreras que decidirán al ganador absoluto de este año.


Just Sociats (3º), Iván Ortiz (1º) y Cristóbal Adell (2º)

La corredora vasca lideró la categoría femenina desde el primer minuto, llegando con una cómoda ventaja a meta. El andaluz, sin embargo, tuvo que ir escalando posiciones a medida que pasaban los kilómetros y hacer valer su vasta experiencia en esta modalidad de carreras. Blanca Serrano, por su parte, aceptaba el segundo puesto entre las féminas, sintiéndose querida y admirada por todos, en especial los de su tierra, que en esta carrera eran mayoría y para quienes no escatimó sonrisas. Nuria Domínguez completaba el podio femenino, acabando por despejar las interrogantes sobre quiénes lo formarían en esta edición.


Oihana Kortázar (1ª),  Selección vasca


Blanca Serrano (2ª), ganadora de la Copa de España 2010
"Que gane la mejor", dijo feliz desde el podio


Nuria Domínguez (3ª) hizo un tiempo de 3h 09 min.


Trazado idéntico al de 2010, en que fue la carrera del Campeonato de Andalucía, sus 26,2 km de recorrido y 1.750 m de desnivel positivo determinan un coeficiente de 46 según los parámetros FEDME. Unos números ligeramente distintos a los que se anunciaban originalmente por parte de la organización, pero que no restan un ápice de dificultad a una prueba que reúne en su segunda mitad las subidas más exigentes de todo el recorrido. Son tres: ascenso al Piorno, al Morrón de Enmedio y al Morrón de la Punta, seguidas de bajadas vertiginosas por terrenos muy erosionados y con piedras grandes que sortear, cada cual como buenamente pueda o sepa.


Pero hay alicientes: la primera subida compensa con unas vistas fantásticas de Sierra Nevada, con las que sin embargo conviene no distraerse más de lo necesario, pues la bajada que le sigue está anunciada como peligrosa y va requerir una alta dosis de concentración. Al Morrón de Enmedio le llaman la Cuesta de los Esclavos, seguramente por las penas que inflige a los cuerpos y almas de los que se topan con esta mole de frente. Más o menos a la altura (y altitud) del km 20, no es raro ver heridas sangrantes en las piernas de algunos. La cuesta que sube al último morrón también tiene su apodo, pero sinceramente, cualquiera que este sea, poco importa ya...  No es momento de discutir lo acertado de su nombre.

Sierra Nevada al fondo

Esta carrera deja recuerdos indelebles


Si ese día el terreno no iba a ponerle las cosas fáciles a los corredores, al menos la metereología sí fue clemente. Un paréntesis de cielo despejado y sol brillante saludaba la carrera desde primera hora, de modo que la roca caliza no ocasionaba demasiados resbalones y la tierra estaba bastante compacta. No es que un corredor de montaña debiera preocuparse especialmente por estos elementos, que en ningún caso amenazaban con suspender la carrera, pero dado que los últimos años la lluvia había sido una constante, hacía ilusión ver la sierra en condiciones distintas.

Como suele ser ya lo habitual, la organización es meticulosa en todos los aspectos que le atañen. Tras bastidores, organizadores, jueces-árbitros y voluntarios se encargaban de que todas las inscripciones estuvieran en regla. La carrera estaba abierta a todos, federados en montaña o no, aunque ni mucho menos se trata de una competición popular. Y menos este año, en que las ambiciones de los mejores de España se agolpaban a lo largo de la línea de salida y esperaban el pistoletazo para medirse con la realidad desde el primer segundo.

Además de la rigurosidad de los datos técnicos (más arriba se ha comentado el ajuste de las distancias y desniveles señalados), también se atendía obsequiosamente al corredor.  Se le daban todos aquellos detalles que nos recuerdan que estos eventos son una forma más de diversión para algunos de nosotros.  Nos permiten reencontrar a viejos compañeros de batalla por no hablar del privilegio que significa compartir kilómetros con los ganadores de esta Copa.

La bolsa del corredor contenía, entre otras cosas, una camiseta técnica (cuyo diseño cada año supera al del anterior), un Buff con el que reconocernos en la próxima carrera y una gorra. Se dejaba para todo aquél que completara el recorrido, un chaleco de excelente calidad en color azul cielo para las atalantas y naranja para ellos.  Un chaleco para finishers, por así decirlo.

Para acabar el día, paella para todos, corredores, amigos y familiares. Unas quinientas personas, aproximadamente. Intercambio de impresiones, entrega de premios, fotos, risas, anécdotas y planes para el próximo encuentro...

La carrera ha terminado; todos felices

 
Corredores de equipos de la Región de Murcia









3 comentarios:

jaimescolano dijo...

Empiezo a tener mono de compes... Al menos un par al año, tal y como estoy ahora, me harían más feliz. Todo se andará ¿no?

AtalantasWeb dijo...

Calla. Tienes felicidad de sobra, para ti y para compartir con los que te conocemos. Has querido decir que necesitas sufrir.

Luis Ortuño dijo...

La gente de Granada es tan maravillosa como la propia ciudad.