2 de mayo de 2012

UTBCN, desde las entrañas de la Blanca Subur


Esta crónica va dedicada a la mitad de mí.  Es preciso que esta vez comience así, hablando de mí, o de él, que es lo mismo.  Fue él quien me sugirió la STBCN (la corta, la Short Trail) en Sitges para que pasáramos allí el puente del 1º de mayo en plan relax.  Conocíamos la ciudad de haber acudido a su estupendo festival de cine y como nos había gustado el ambiente nos apetecía volver.  Esta parecía ser una buena ocasión para ello.

Pero el plan original iba a sufrir modificaciones de último minuto...


Con el plan así ideado desde hacía meses, a la hora de formalizar la inscripción los 22 kms de la STBCN se me antojaron pocos y sopesé apuntarme a los 72 kms de la HTBCN (la media, la Half Trail).  Pero por esos días publiqué la entrevista a Emilie Lecomte e, inspirada por su historia, en el último minuto me inscribí en la UTBCN (la más larga, la Ultra Trail), de 106 km de recorrido y 4.750 m de desnivel positivo acumulado.  Supongo que después de la agradable experiencia en el GR-10 Xtrem (93 km) hacer 106 me pareció una progresión adecuada de cara a ir buscando un límite a los kilómetros que pueden soportar mis piernas y mi mente.

Sábado 28 de abril, Plaza de la Fragata.  7:00 a.m. Apenas había maldormido un par de horas después de un largo viaje en coche.  No encontraba caras conocidas, estaba fuera de mi círculo de corredores amigos más cercanos.  Mónica Aguilera aparecía en la lista de inscritos, pero finalmente no acudió.  La atalanta Harriet se descolgaba a última hora y a Vidal (de Cuenca) no lo encontraba entre el gentío.  Buscando saludar a la atalanta Olga (también ausente), encontré al fin una cara conocida:  Blas, ultrafondista,  de mi misma ciudad, ganador ex aequo y organizador del Ultra Trail de Yecla.  A él también le había buscado su familia la excusa perfecta para pasar unos días fuera de casa.  Si es que...  ¡los corredores somos tan fáciles de convencer...!

Así fue como, conversando, el disparo de salida me sorprendió en primera línea.  Empecé a correr y no tenía más ambición que acabar la carrera.  Sin embargo, por poner un poco de orden, me había hecho el día anterior unos números acerca de mis posibilidades, basándome en lo que aprendí en el GR-10 Xtrem.  Los 101 km de La Legión de Ronda no me servían para los cálculos, pues si bien la distancia era parecida, ni los desniveles ni el terreno eran comparables.  Por resumirlo, diré que con acabar en menos de 17 horas me daba por muy contenta.  Teniendo en cuenta factores como que el terreno me era desconocido, que iría en soledad, como siempre sin bastones, etc…  Sola, con una manta térmica en la mochila (parte del material obligatorio) que en el peor de los casos me serviría de mortaja…



Durante la primera mitad iba contentísima, con los ojos llenándoseme de un paisaje que combinaba tantísimos colores que me transportaban a otros lugares.  Bordeando la costa, pasando junto a viñedos, masías centenarias, ermitas, laderas de piedras gelifraccionadas, rodeno, paredes con pizarra, zarzas, arces, quejigos, pinos, lianas, ¡de todo!  Un entorno nuevo para mí, preciosísimo, ¡qué maravilla el Parc Natural del Garraf!  Un descubrimiento maravilloso.  ¡Felicidad!

Desde el principio estuve en la cabeza de la carrera (femenina).  Esperaba con curiosidad conocer a las atalantas que tendrían que adelantarme de un momento a otro.   Y esperándolas llegué a Begues (se pronuncia begas, con esa deliciosa e catalana abierta al final), km 30, donde estaba mi marido con su inseparable cámara de vídeo.  Mis sensaciones eran estupendas.  Iba a un buen ritmo y disfrutando de cada instante.  No sentía presión ninguna e iba reservando, intentando hacer acopio de paisajes y buenas sensaciones con las que blindarme mentalmente en los últimos kilómetros que sabía que recorrería de noche.

Y en el ecuador de la carrera...


Ya en el km 50 (Torrelles de Llobregat) seguía sin ser adelantada y es entonces cuando se producen en mí dos hechos simultáneos:  quería seguir siendo la primera noia hasta el final pero al mismo tiempo empezaba a acusar el cansancio.  No me dolía nada en concreto:  sólo me dolía TODO.  Pero allí estaba él, loco de contento, alucinando…  Si no hubiera estado tan cansada, su asombro me habría hecho gracia y hubiera jugado a hacerme la ofendida.  Me habría apetecido decirle que iba reventada, que esto estaba empezando a ser muy duro y que los 50 km hechos no eran ni siquiera la mitad.  Como él ya le había dicho a todos en ese pueblo que yo era su atalanta, tuve que tragarme los lamentos con isotónica y lonchas de jamón de York.  Eso y los aplausos de la gente, me espabilaron bastante y me fui animando otra vez.  ¡Increíble el efecto que puede tener algo de alimento tomado a tiempo!  La semi-pájara se me estaba pasando...  ¡Seguiría!

Volví a verle en el km 65 (Begues, nuevamente).  Pero antes me recibe y me anima Oriol (he de decir que este nombre me encanta), un corredor momentáneamente en el dique seco y con el que mi marido había hecho buenas migas mientras me esperaba.  Trago algunas cucharadas de macarrones y hago resumen mental de la situación:  quedaba la distancia maratón y dentro de poco, horas de oscuridad.  ¡A por ellas!

Corriendo todo el tiempo sola, apenas cruzando un saludo con corredores que me reconocían de las muchas carreras de la Comunidad Valenciana.  Unos iban bastante bien, otros más tocados y el único que por entonces llevaba un ritmo parecido al mío fue un amable chico francés con quien compartí kilómetros en agradable conversación y a quien tuve que dejar atrás en la siguiente subida importante.

Pensaba en el hombre que me esperaba y quería regalarle un triunfo.  Era mi idée fixe.  Sólo así se movían mis piernas cuando la extenuación imploraba que parara un poco.  Esta carrera no era cualquier carrera.  Era el Ultra Trail Barcelona, primera prueba de la Copa Catalana FEEC-Lafuma de Curses d'Ultraresistència.  Casi nada.  Y si hasta entonces había disfrutado de muchos kilómetros sin que nadie me adelantara, ¿no iba acaso poder sufrir un poco y acabar el maratón restante manteniendo la posición?  Además, tenía el morbo de querer llevarme esta medalla lejos de Cataluña, 500 km más al sur.  ;-)



Piernas, sí.  Pero también "coco".


No conocer a las otras atalantas hacía todo peor para mí.  Imaginármelas magníficas subiendo, hacía que apretara los dientes y me empleara con furia en las subidas.  Pero también podía ser que el punto fuerte de ellas fuera la velocidad y que aprovecharan los llanos y las bajadas para darme caza.  Y no me daba la gana, así que por si acaso, también puse el turbo en estos tramos.  Como podéis imaginar, duro mentalmente y físicamente.  A lo mejor la segunda chica no quería adelantarme, pero si quería, se lo iba a tener que trabajar, porque esta carrera no tenía que ver conmigo ni con ella:  era por otro por quien corría.  

Y ya la que faltaba:  ¡la lluvia!  Aliada con la oscuridad, las dos aparecían a la vez para hacer la prueba más difícil.  Punto de inflexión.  No tanto en mí, pero sí lo noté en otros corredores.  Notaba cierto temor a mi alrededor.  Y con razón, pues con el agua, realmente la visibilidad con los frontales era casi nula.  Costaba muchísimo encontrar las balizas reflectantes y había que estar atento al terreno, lleno de piedras de canto, peligrosísimas por lo resbalosas.

Completamente empapada, con el agua golpeándome la cara, pisando charcos y con el terrible temor de que el agua estropeara el frontal (eso hubiera sido mi muerte, literalmente), inútilmente intentaba protegerlo con el capuchón del impermeable.  Creo que de puro nervio paré a orinar como tres veces en hora y media…

Mientras tanto, seguía corriendo cada vez que podía.  Ese tipo de terreno no se me da mal y aprovechaba par mantener un ritmo, digamos, alegre.  O al menos todo lo alegre que puede ser un zombie a esas horas.  Mientras hubo piedras me inventé un juego:  el 20 + 1.  Veinte pasos mirando al suelo para no romperme la crisma y un paso en el que levantar la cabeza y buscar los reflectantes colgados de las ramas.  Así un buen rato que se me pasó rápido, la verdad.  Las marcas eran escasas pero no dejaban lugar a dudas; cada vez que encontraba confirmación de que iba por el buen camino, mi corazón se alegraba.  Mucho.

Y así, feliz, salí de la negra espesura del monte y volví a poner pie en la ciudad de Sitges.  ¡Indemne!  Safe and sound at last!  Hacía horas que no miraba el reloj y no sabía cúanto tiempo había invertido en la mojada oscuridad.  Finalmente, meta.  Luis esperándome, más contento que yo.  El crono:  16 horas 37 minutos.  El objetivo de antes de salir de casa, ser sub-17, lo había cumplido.  El objetivo que inesperadamente me encontré en el km 50, el de correr por amor, también.



Vídeo de la salida de la carrera. 

Conclusiones...


Haciendo balance y recogiendo el sentir de varios compañeros corredores, he de decir que esta es una carrera preciosa, organizada con un alto grado de profesionalidad pero que sin embargo no ha sido perfecta y ha dejado un sabor agridulce, cuando no amargo, en muchos participantes.

Las quejas principales tienen que ver con el sistema de acreditar nuestro paso.  Con una veintena de puntos de control, cualquier fallo, ya sea tecnológico o humano, hacía que el corredor se arriesgara a ser descalificado al no poder comprobarse por otros medios su paso por ciertos puntos.  Una tasa de fallo demasiado alta como para ser ignorada.  El mecanismo consistía en un chip que portábamos en la muñeca y que debíamos introducir a conciencia en unos lectores a lo largo de todo el recorrido, muy cerca de los avituallamientos.  Me consta que muchos no sabían bien en qué consistía o cómo se hacía la lectura.  Un sistema que tal vez deba revisarse, a pesar de sus muchas virtudes, por el simple hecho de no le gusta a los corredores.  Y al final es por ellos y para ellos por quien se hacen estas cosas, ¿no?

Por otra parte, el balizado ha sido excelente.  Un trabajo humano (aquí no hay maquinita que valga) impresionante.  Bravo a la organización por esto.  Las cintas blancas y las indicaciones con pintura roja en el suelo y en las piedras estaban en la posición perfecta.

Los avituallamientos bien surtidos y colocados y el personal voluntario que los atendía era amabilísimo.  Gracias a todos por tratarnos tan bien.  En Begues, sobre todo, nos colmaban de atenciones...

El recorrido es de los más preciosos que he hecho nunca.  Yo diría que el que más.  Bien diseñado, duro, exigente, variado...  Me ha gustado.


Un detalle que no se ha cuidado lo suficiente ha sido la entrega de premios para la categoría femenina del UTBCN.  ¡No nos dio tiempo a llegar!  Me consta, por fotos, que fue un acto bonito en un salón del Hotel Estela.  Pero si yo fuera directiva de la casa Lafuma y hubiera apostado por patrocinar este evento, desde luego lo mínimo que exigiría a la Organización sería una entrega formal de los premios generosamente cedidos, que han sido buenos y numerosos.  Esto de cara al patrocinador, por no hablar de las varias corredoras a las que les hacía ilusión subir al podio y salir en la foto oficial.  Ni siquiera en meta había cámaras o fotos.  Cierto que con el agua que caía, pero...  No sé... Al final se ha perdido una oportunidad de mostrar la participación femenina en este deporte que tanto defendemos desde Atalantas Web.


Por último, gracias a todos los compañeros de sufrimiento que me fui encontrando en el camino. He conocido mejor una comarca de la que es fácil enamorarse.  Me gustan las noches en la Calle del Pecado en Sitges y las olas del mar de su playa, el apacible urbanismo de Begues, la magnífica calçotada con que celebré en Cal Paulo (¡os lo recomiendo!) al día siguiente, los vinos del Penedès...

La Blanca Subur, por cierto, es el nombre de la ciudad íbera con que los navegantes griegos hace 3.000 años se referían a Sitges.  De ahí que a sus habitantes, sitetanos, de forma poética se les llame también suburenses.



¡Hasta la próxima!



Otros blogs lo han visto así:

26 comentarios:

Juanma dijo...

Emocionante crónica, todavía le da más valor a tu hazaña, épica. Hacer sola y en esas condiciones, toda la carrera es de élite. Me quito el sombrero.

Arantza Ugalde dijo...

A sus pies, señora...

AtalantasWeb dijo...

Gracias, Juanma. Vamos cada día haciendo un poquito más. Pero 106 siguen siendo muchos!

Arantza, ¿has visto? Te he hecho caso. Narrado en 1ª persona. :-)

Alberto dijo...

Un fuerte abrazo de tus incondicionales de Xàtiva Cris, Albertet, la Atalanta Claudia y mio, ellos casi que no se han sorprendido, sobre todo Claudia que te vé como invencible. Enhorabuena campeona.

Nombre dijo...

Ufff… menudo carrerón luchando contra el coco, y en qué condiciones. Tú juegas en otra liga.
Enhorabuena!!!

AtalantasWeb dijo...

Gracias, Alberto y familia. Claudia: NO somos invencibles. Tú y yo somos algo mejor: ¡atalantas!

Commedia: amateur y aprendiz de bruja. Pero le pongo empeño. Gracias por tus palabras.

Pepe dijo...

... los has dicho tú, Atalanta, el verdadero espíritu de una Atalanta narrado por una GRAN ATALANTA!!! ... Fascinante crónica, parece haber estado allí todos contigo ... Chapó!! .. muy orgulloso de ti, todos, se lee en las lineas … Enhorabuena!!!

miguelflor dijo...

No me cabe la menor duda de que si hubieses nacido en otra época hubieses sido Juana de Arco o Agustina de Aragón, con ese pundonor que te caracteriza has demostrado de que pasta estas y estais hechas las chicas. Menudo tiempazo y en solitario como los grandes exploradores.

Enhorabuena por el podium, mas que merecido, por la gesta, por la cronica una de las mejores y por demostrarnos a todos que las atalantas son algo mas que el sexo débil,...la 25 de la general, ahí queda eso.

Me alegro muchísimo por ti, ya te merecias una ocasión como esta donde sin duda has tenido una carrera perfecta.

Toñi dijo...

Me ha encantado leerte, me has hecho meterme en carrera y ver como sufriste, y como fuiste pasando las adversidades. Eres toda una luchadora, estupenda corredora y mejor persona, y junto a Luis, que más puedes pedir...

AtalantasWeb dijo...

Pepe, ¡te la recomiendo! A ti que te gustan los retos. Buen plan familiar, además.

Miguel, flor, muchas gracias. Llegó un momento en que al final, tardaba menos terminando que dando media vuelta, así que no tuve más remedio.

Toñi, te conozco y sé que tú habrías hecho lo mismo. Es cuestión de tener un buen día.

Marc dijo...

Enhorabuena por tu primera posición y por este gran relato! Ufff, leyendo tu crónica me volvía a apuntar de cabeza, ahora bien, repasando mis recuerdos del fin de semana no lo tengo del todo claro, mi primera carrera de esta distancia y sufrí de lo lindo :P

Dejo el link de nuestra crónica de este año (el link que has añadido es del año pasado donde no tuvimos éxito), este año sí hemos logrado el objetivo:

http://www.nadapedaleacorre.com/wordpress/2012/04/utbcn-2012-28-29-de-abril-2012-esta-vez-si-109kms-y-4-750md/

Un abrazo desde nadapedaleacorre.com!

Ángela dijo...

Felicidades campeona por esa carrera tan bonita y por tu victoria. Yo también sé lo que es correr por amor, aunque yo al mio siempre lo llevo como dicen por mi tierra "a mi vera"

Un beso.

Anónimo dijo...

Casi lloro de emoción al leer esta crónica. Me he sentido como en carrera pero sin sufrir, disfrutando de la lectura. ENHORABUENA!

VICKY

AtalantasWeb dijo...

Marc: ¡arreglado! No me había dado cuenta y es que lo leía y todo me cuadraba, ¡incluso la hora de la lluvia!

Ángela y Mr. ¡Nos vemos en la próxima!

Oh, Vicky, gracias de verdad...

Juanjo dijo...

Ole, ole y ole!!

Mi más sincera enhorabuena. Un triunfo de lo más emocionante!!. Una experiencia que seguro guardarás en tu mente y en tu corazón el resto de tu vida.

Felicidades!

Juanjo Larrotcha

núri@ dijo...

Felicidades Verena! Yo soy Núria, la voluntaria y encargada de organizar voluntarios en la uTBCN y la que te hizo entrega de la medalla en medio de la noche.Tu ilusión y tus palabras me emocionaros. Para mí, que corro 15 Km o máximo 20 Km. eres una heroína. Recuerdo tus palabras de agradecimiento. Aunque ya no quedara casi nadie allí te aseguro que verte llegar y entregarte la medalla fue para mí un honor y una de las razones por las que yo y todos mis compañeros de staff hemos trabajado durísimo los últimos meses. Espero verte de nuevo el año que viene y mejorar los puntos de la organización que son mejorables. Hemos aprendido mucho. En el 2013, más y mejor! Felicidades de nuevo!

AtalantasWeb dijo...

Juanjo, gracias por tus palabras. Las carreras buenas y bonitas animan, ¡vaya que sí! Y aprovecho para felicitarte una vez más por la temporada que estás llevando y por tu reciente victoria en el Mamufi que nos contó Hortensia en este mismo blog.

Núria: gracias por estar allí y organizarlo todo tan bien. La verdadera emoción son todos esos voluntarios que ponen tantísimo empeño en esa labor tan ardua. Porque una cosa es servirte agua o isotónica o indicarte el camino a seguir. Pero otra muy distinta es aplaudirte, animarte, silbarte o lo que haga falta para que continúes. Nos servían la comida con AMOR DE MADRE casi. ¡En serio! Todos fantásticos: las chias con el cencerro en el km 46, los de Begues que me daban ganas de llevármelos a casa, la meta contigo...
Yo también corro 20 kms y los disfruto mucho. Esto de los 106 es una locura... Pero ya tengo ganas del 2013, jajaja. ¡Un abrazo muy fuerte!

jaimescolano dijo...

Shapó... Ahí va mucho, has echado mucho. Enhorabuena.
PD: Vaya piaszo de botas. STTL.

Pili dijo...

Verena inmensurable... Enhorabuena por el triunfo, la marca, pero sobre todo por disfrutarlo como lo disfrutas que al final es lo importante... y a Luis por servir de espuelas en esa medalla. Besos

AtalantasWeb dijo...

Nativo: hablando de botas, ese día casi-estrené unas zapas Garmont ¡!

Pili... Kedada YA.

mayayo dijo...

Bravo!! con tanto puente por en medio para ir y venir de Ibiza no había tenido ocasión aun de leerlo y me he llevado una alegría al ver el carrerón inesperado que te salió.

Como decían otros visitantes ilustres de la zona de tu carrera: "Fortuna audaces iuvat"

Ahora, descansa y disfruta esos recuerdos. Mucho me temo que la próxima ultra abordada será un poco más ultra aún, jaja

fausto dijo...

en una cosa me parezco a tí,en ir solo.Espectacular y a la agenda.enhorabuena por la carrera y por la crónica

AtalantasWeb dijo...

Mayaya, muchas gracias. El siguiente ultra, ¡para el próximo año bisiesto! Aunque yo soy muy fácil de convencer e igual pico antes.

Fausto-devora-kilómetros. Me falta muuuucho para ser como tú. Mis respetos.

Anónimo dijo...

Enhorabuena Atalanta, vaya resistencia tanto física como mental, a mí todavía no me entra en la cabeza que semejante hazaña se pueda hacer en soledad.

Elías

Susana dijo...

Enhorabuena por el carrerón!

Una lástima que por el descontrol en la llegada de las chicas no pudieramos saludarnos y compartir podium. Hubiera sido bonito!
Espero que coincidamos en más carreras.

Saludos, Susana (tercera clasificada en la UTBCN)

AtalantasWeb dijo...

Elías, no es tan difícil hacerlo sola... Yo me caigo bastante bien, jeje; aunque también está muy bien hacerlo con gente estupenda como en el GR-10 que lo hice íntegramente con Juanma y Nacho de A Tó Trapo. Ese fue el germen del UTBCN.

Gracias, Susana!! Recuerdo haberte visto llegar! Qué agüita nos cayó, ¿eh? Enhorabuena!! Igualmente, espero vernos en otras, aunque no tienen que ser tan largas, ¿verdad que no? Un fuere abrazo.