Como ya viene siendo usual en los últimos cinco años, los
jueces-árbitros son convocados por el Área de Carreras por Montaña de la FEDME
en una doble jornada de formación continua. La cita ha sido el fin de semana
del 13 y 14 de febrero, en Valsaín (Segovia), en las instalaciones del CENEAM
(Centro Nacional de Educación Ambiental).
La jornada del sábado empezó puntual a las 11 de la mañana,
no muy temprano para así dar tiempo a los árbitros que llegarían desde toda la
geografía española, si bien este año el número de participantes ha sido menor
que en ediciones anteriores.
Goio Larrañaga
(responsable del Área de Carreras por Montaña de la FEDME), que es quien ha
gestado el programa de esta formación, se encargó también de “arbitrarlo”, es
decir, presentar los contenidos de forma ordenada, coordinar la participación y
moderar los debates que siempre surgen.
Así, el primer tema que se aborda va sobre los cambios en el reglamento que regirá
todas las carreras FEDME, tanto las que formen parte del calendario de competición
para la temporada 2016 como las homologadas. Tema urgente e importante este y
motivo principal de la convocatoria, pues la temporada está a punto de
iniciarse y los árbitros se interesan en uniformar los criterios que van a
aplicar cuando funjan como tales.
Hay que recalcar que las novedades, aunque ya no son reversibles
para este año, sí son ampliamente discutidas por los árbitros, en un clima de
concordancia algunas veces, o sana diferencia de opiniones en otras, que ya
querrían para sí otros foros.
Resumo los cambios a continuación; no obstante, quien desee
conocer más detalles siempre podrá descargarse el Reglamento de Competiciones
disponible en la web de la FEDME.
Empezamos:
2. Antes, por un criterio que no le quedaba muy claro a todo el mundo, las Veteranas A eran las corredoras a partir de 40 años, mientras que ellos, los chicos, lo eran a partir de los 45 años. Algo parecido ocurría con los veteranos y veteranas B. Ahora, no sólo se ha igualado el criterio de edad para ambos sexos, sino que las franjas de edad cambian. La “veteranía” A (la de ellas y la de ellos) será de los 40 a los 50 años y la B a partir de los 51 años, independientemente del sexo del corredor. Como no todos los corredores son veteranos ni ocupan los primeros puestos, probablemente estas modificaciones no interesen a muchos de ellos, pero son importantes porque, como árbitros es nuestra responsabilidad ordenar la clasificación de la competición, validar los pódiums y, en definitiva, reconocer a los mejores en el deporte.
Al hilo de esto:
Los siguientes dos puntos puede que sean de más interés para
los corredores de la media que participan en carreras oficiales y homologadas
por la FEDME. Y es que otra función importante de los árbitros es velar por que las condiciones de la carrera
sean seguras para todos los corredores, desde el primero hasta el último.
Los puntos 4 y 5, por lo tanto, son relativos a la
seguridad:
En la reunión se habló también del material obligatorio en las carreras. El colectivo arbitral se
preocupa muchísimo por la integridad física de los corredores (casos tristísimo
se han producido en los últimos años). El
material obligatorio es un tema que cada año se aborda con nuevos matices a la
luz de los acontecimientos, incidentes y anécdotas de las temporadas anteriores.
Hacerlo así no significa en absoluto que el comité improvise sus decisiones,
sino que el Área de Carreras por Montaña ha mantenido desde siempre la máxima
disposición a escuchar y sopesar todas las opiniones que, formuladas desde el
respeto, tengan algo que aportar a este deporte.
Uno de los temas que más ampollas (nunca mejor dicho) levanta,
es el del calzado minimalista en las
competiciones. Y como voy a prescindir de contar el proceso de cómo se ha
llegado a regular esto en el reglamento de este año, presento únicamente
algunas conclusiones:
Lo que viene a continuación es un resumen y no una cita
textual:
Considero que este tema finalmente ha quedado bien resuelto
(para lo que podía haber sido), lo que no implica que no pueda haber adendas o
variaciones en próximas revisiones, como en cualquiera de los otros apartados.
El reglamento es importante, pues sientan las bases de las
decisiones de los árbitros, pero en estas jornadas también se abordan otros
temas de un alto interés y con una repercusión futura mucho más relevante para deportistas
y no deportistas. Nos referimos, claro, al cuidado
del medio ambiente.
José Espona,
biólogo, nos dio una charla de buenas
prácticas para el desarrollo de las carreras por montaña y nos propuso una
mesa de trabajo para que los árbitros aportáramos nuestras inquietudes sobre el
impacto de nuestro deporte en el medio natural.
Si esta comunicación ya fue interesante, aún quedaba la del
domingo 15 de febrero, relativa a temas de seguridad
en las montañas.
Alberto Ayora,
responsable del Comité de Seguridad de la FEDME y experto en seguridad en
montaña, nos hacía una exposición magistral.
Nos explicó, en una charla que resume un curso completísimo,
que existe una diferencia entre “peligro” y “riesgo”. El riesgo es, además, una
magnitud y por lo tanto se puede medir, nos explicó Ayora, recalcando que entre
la realidad y la percepción del peligro influyen variables como el análisis, la
experiencia y la concienciación. ¿Una conclusión? De sus palabras se podrían
extraer varias, pero me quedo con que la seguridad es la combinación de condiciones seguras y actos seguros. (Alberto
Ayora es autor del libro “Riesgo y Liderazgo”, publicado en 2013 por Desnivel).
A continuación llegó el turno de Alberto Sánchez, vocal de seguridad accesos a la Naturaleza y Refugios de la Federación de Castilla León. Él nos explicó
por qué, sin que exista vocación de legislarlo todo, a veces se hace necesario regular para que la gente adopte actitudes
seguras. A nosotros, como árbitros, esto nos afecta en cuestiones como
material obligatorio, requisitos de
inscripciones, penalizaciones de seguridad, señalización de recorridos, ya que nuestra
opinión tiene mucho peso a la hora de decidir posibles descalificaciones de
corredores o aplazar o incluso cancelar una competición.
Tanto Alberto Sánchez como Alberto Ayora insistieron en la
importancia de impartir charlas de seguridad a los corredores y alguno más
específico para los árbitros. No podría estar más de acuerdo.
En definitiva y como conclusión, el reglamento FEDME es un referente
y modelo para el reglamento de otras carreras y es un orgullo participar en un
colectivo que se preocupa genuinamente por mejorarlo y completarlo.