31 de marzo de 2011

Jessed Hernández en Monóvar

Intentar resumir los títulos ganados y podios ascendidos por Jessed Hernández es una tarea imposible. Cuando se acaba de escribir que ha ganado tal o cual Copa, Sentiere, Km Vertical, Cursa o Sky Race de cualquier tipo, no sólo se da una cuenta de que no llega ni a la mitad de su impresionante currículum sino que muy probablemente la información estará incompleta dentro de poco tiempo, en cuanto Jessed se proponga establecer otro record de los suyos. No en vano es una de las figuras más reconocidas en carreras de Italia, Grecia, Malasia… y otra lista interminable de países.

Miércoles 29 de marzo en la localidad alicantina de Monóvar.


Desde luego, las tierras levantinas no son precisamente las más frecuentadas por este corredor. Invitado por el Grupo de Montaña de Monóvar, junto a Manolo Amat (gran divulgador, árbitro y seleccionador nacional de carreras por montaña) le vemos micrófono en mano, y más “acollonit” en esta desacostumbrada situación que corriendo al borde de un precipicio, como confesaba antes de empezar el relato de sus anécdotas como corredor al más alto nivel.

Estamos, quizá, ante uno de los espíritus más libres que se pueda encontrar. ¿Planes de entrenamiento, dietas, actos protocolarios, agenda? Jessed sólo se ajusta los cordones de sus zapatillas, para frustración ahora de Quico Soler, imaginamos, que intenta darle algunas pautas más metódicas para entrenar, más allá de las sensaciones que le dicta el cuerpo a Jessed.

A sus 27 años bien llevados, Jessed reside en Estana (Lleida) cerca las montañas por las que desde su infancia corretea. En su caso, el talento le viene por partida doble, ya que no sólo el medio natural le ha influido sino también la genética, siendo hijo como es de uno de los alpinistas pioneros de España.

Como suele ser habitual en nuestro país, compagina su pasión por las montañas con su trabajo (conductor de ambulancias en Puigcerdà), lo que le proporciona el respaldo económico y la movilidad horaria para dedicarse a lo que más le gusta, al margen de contar con el importante apoyo de la marca italiana La Sportiva, entre otras.

Aquejado desde hace unos meses por una lesión en el pie dolorosa y de la que está prácticamente recuperado (gracias al reposo, pues rechaza la cirugía), tiene el ojo puesto para este año en la Copa de España, las carreras de la Skyrunner World Series, Copa del Mundo, el campeonato de Km Vertical… Seguro que algo se nos escapa, se nos antoja una lista muy corta para él…

Jessed Hernández siente respeto y admiración por los grandes nombres de corredores de montaña que todos conocemos. Pero siendo este un foro con especial vocación hacia las carreras en femenino, diremos que entre sus atalantas más admiradas, no sólo a nivel deportivo sino por su calidad personal, están la francesa Corinne Favre (n. 1970), a quien estuvo unido sentimentalmente hace un tiempo y la catalana Esther Hernández.


En fin, encuentros divulgativos de este tipo resultan de lo más estimulante. Por eso desde el grupo en Facebook de AtalantasWeb hicimos extensiva la invitación a todas nuestras atalantas.

Desde luego que los métodos “jessedianos” no son para todo el mundo, como bien advertía Manolo Amat, sentado a su lado. Aún así, alentada por los vídeos y fotografías proyectados ayer y el brillante sol de hoy, esta tarde he realizado una salida en solitario a un ritmo vigoroso, el que me pedía el cuerpo, ni más ni menos. En la mente, la experiencia del día anterior y la pena por no haber podido formar parte de los privilegiados que seguramente esta mañana habrán salido a rodar un rato con Jessed.

En AtalantasWeb ya hemos conocido a unos cuantos corredores de primer nivel, de perfiles dispares y métodos de entrenamiento que poco o nada tienen en común con los de sus rivales. Ni siquiera factores tan aparentemente determinantes para un deportista como son la edad, estatura o peso parecen influir en lo larga y exitosa que puede ser la vida deportiva de un corredor de montaña.  Cada corredor es un mundo, vamos.

El encuentro con Jessed Hernández y Manolo Amat en la Semana de Montaña de Monóvar transcurrió de forma amena y participativa, como si de una reunión entre amigos se tratara. Y es que se crea una especie de hermandad entre todos aquellos que intentamos correr por terrenos imposibles y que devoramos con las más sana de las envidias los relatos que nos traen los mejores desde montañas que tal vez jamás pisaremos.

17 de marzo de 2011

Dentro de la botella (2 de 2)

Hace unos días revisábamos la lista de ingredientes de una bebida isotónica “de reconocido prestigio internacional” y la usábamos como patrón para examinar sus ingredientes principales.

Partiendo del agua a la que se le añadía una mezcla de carbohidratos de diferente configuración molecular, obteníamos una dulce bebida con la que reponer energía, pero llamábamos la atención en que en el esfuerzo no sólo vaciamos nuestras reservas de glucógeno, sino que por medio de la sudoración también perdíamos sales minerales (electrolitos) que necesitábamos reponer.

¿Por qué?

Fisiológicamente, los electrolitos más importantes son sodio, potasio, calcio y magnesio, por su importancia en el funcionamiento muscular y del sistema nervioso.  Regulan los mecanismos de hidratación de nuestro cuerpo así como el pH de la sangre, con lo que una carencia de estos elementos puede resultar en ver comprometido nuestro rendimiento deportivo y en casos más serios, hasta la vida.



A modo de recordatorio, volvemos a incluir el listado:

Agua
 hidratos de carbono (sacarosa, jarabe de glucosa deshidratada, maltodextrina)
 regulador de la acidez: ácido cítrico, citrato de sodio
fosfato de calcio - carbonato de magnesio - cloruro de sodio - cloruro de potasio
antioxidante: ácido ascórbico
emulsionante: almidón modificado
estabilizante: goma de acacia, aceite vegetal de copra, aceite vegetal hidrogenado de soja aroma natural  - colorante: beta-caroteno - vitamina B1.

Nos falta entonces…

Un regulador de la acidez, para controlar el pH, que será el ácido cítrico.   Por cierto, que pH significa “potencial de hidrógeno” y es una escala de graduación que va del 0-14.  Un pH de 7 es neutro (el agua, por ejemplo).  Menos de 7 es ácido y mayor de 7 recibe el nombre de básico o alcalino.

El ácido cítrico aparece en muchos etiquetados de alimentos de la Unión Europea bajo el código E330.  Da un sabor ligeramente ácido (pero agradable y que además se disipa rápidamente del gusto en boca) a la bebida, lo que ayuda a compensar el dulzor.  Sin embargo, no está aquí tanto por su sabor sino para mantener el pH equilibrado que evitará la proliferación de bacterias, aspecto importante desde el punto de vista sanitario pero también para preservar las cualidades organolépticas de la bebida (sabor, color, precipitación de sólidos…) ya que si el medio fuera muy ácido o demasiado alcalino, los componentes de la bebida se degradarían.

Pero en esta importante función reguladora del pH, el ácido cítrico no trabaja solo.  Requiere del citrato de sodio como complemento.  Juntos, este ácido y este citrato forman una solución tampón.  ¿Qué es esto?  Una solución que ofrece resistencia a los cambios en el pH, manteniéndolo prácticamente constante.  En un rol secundario, el citrato de sodio también aporta un toque de sabor de notas refrescantes.

Siguiente en la lista:  el aroma natural.  Esos destellos de sabores a naranja, limón o frutos rojos, que disfrazan la bebida.  Habría que invertir un poco más en este apartado, ¿no crees?


Pero, ¿y los electrolitos tan indispensables?

Esos “polvos mágicos” que se añaden a la bebida para mantener equilibrada la concentración de electrolitos en nuestro organismo son:

Fosfato de calcio, pues el calcio tiene un papel importante en los procesos de contracción muscular.  Para prevenir calambres, principalmente, aunque últimamente se añade también para combatir los posibles efectos erosivos de las isotónicas en el esmalte dental, tema que preocupa mucho más hoy día que hace unos años.  Pero la razón principal es la primera mencionada, vamos.

El carbonato de magnesio, como el calcio, es importante para el buen funcionamiento  muscular, previniendo calambres. 

Cloruro de sodio.  Aparte de reponer este mineral (el causante de lo salado de nuestro sudor), mejora el sabor y te hace sentir más sed, con lo cual beberás más y te hidratarás mejor. 

El cloruro de potasio.  Junto al sodio, el potasio es uno de los electrolitos que más perdemos al sudar.  Como los anteriores ya mencionados, también tiene efecto en la prevención de calambres musculares y almacenamiento de energía.  No debe faltar en la bebida isotónica pues a diferencia de otros minerales, el potasio suele ser escaso en nuestra dieta.

Peccata minuta…

Antioxidante: ácido ascórbico o vitamina C.  Aquí, en cantidades insignificantes nutricionalmente.  No lo incluyen para ayudarte a prevenir resfriados, sino porque ayuda a preservar durante más tiempo el producto embotellado.

Emulsionante: almidón modificado.  Le confiere una textura y viscosidad uniformes a la solución.  Es también un estupendo estabilizante aunque se vea superado por la goma de acacia a la hora de hacerle frente a los cambios de temperatura.

Estabilizante: goma de acacia, también conocida como goma arábiga.  Proporciona estabilidad a la solución para que no  se separen sus elementos grasos (aceites colorantes o extractos aromáticos) cuando tiene que estar almacenado y en reposo durante largo tiempo, especialmente en condiciones de refrigeración.

Aceite vegetal de copra, no es ni más ni menos que aceite de coco.  De relativa reciente aparición en bebidas para deportistas, fruto del esfuerzo de la industria alimenticia que busca constantemente cómo darle salida a algunos productos.  Aporta esa “turbiedad” que hace que las bebidas no tengan una apariencia cristalina (que haría que pareciera un fregasuelos), sino que causen el efecto psicológico de contener más sustancia y ser más nutritivas.  En la industria alimentaria saben mucho de psicología…

Aceite vegetal hidrogenado de soja.  Previene que los aceites cítricos floten la superficie.

Colorante: beta-carotenoPigmento naranja que se encuentra en frutos de ese color.  Es lo que le da el color a las zanahorias, calabaza, pimientos rojos…

La vitamina B1 es necesaria para metabolizar los carbohidratos.



Con toda esta química, lo que cobran por ella y los residuos plásticos que genera, no es de extrañar que muchas se animen a prepararse sus propias bebidas isotónicas caseras.  De vida más corta que su versión industrial, deben consumirse al poco de prepararlas y entre sus ingredientes nunca falta el bicarbonato de sodio (fácil de encontrar en cualquier supermercado, en la sección de levaduras y harinas), sal, azúcar y zumo de limón.  En internet se pueden encontrar recetas y variaciones al gusto de todos.  Eso sí, hay que tenerlas muy ensayadas antes de llenar con ellas el bidón en tu próxima carrera para evitar sustos y contratiempos inesperados.  Sobre todo quienes tengáis estómagos delicados, ya que el bicarbonato, aparte de gases, puede producir irritación estomacal.

También es cierto que las bebidas isotónicas no dejan de tener su lado de “fenómeno cultural”.  Objeto de millonarias campañas publicitarias, muchas de ellas protagonizadas por atractivas caras del deporte de élite, podría pensarse que son un producto indispensable, cuando lo cierto es que su consumo nunca ha sido tan elevado como en los últimos años.  Para entrenamientos ordinarios, con temperaturas de frías a moderadas (es decir, cuando no se espera sudar en exceso), o que no se prolonguen durante mucho tiempo, la reposición de líquidos y electrolitos puede provenir a través de la dieta, prestando atención a los carbohidratos que se ingieren antes de entrenar y a los alimentos que se consumen a lo largo del día y que deben formar parte de una dieta variada.

9 de marzo de 2011

Dentro de la botella (1 de 2)

Tomemos una botella cualquiera de una de las varias marcas de isotónica que se pueden encontrar en el supermercado.  En su etiquetado se puede apreciar que, salvo pocas diferencias, los ingredientes son, con pocas variaciones, estos:
Agua
 hidratos de carbono (sacarosa, jarabe de glucosa deshidratada, maltodextrina)
 regulador de la acidez: ácido cítrico, citrato de sodio
fosfato de calcio - carbonato de magnesio - cloruro de sodio - cloruro de potasio
antioxidante: ácido ascórbico
emulsionante: almidón modificado
estabilizante: goma de acacia, aceite vegetal de copra, aceite vegetal hidrogenado de soja aroma natural  - colorante: beta-caroteno - vitamina B1.

Desmenucemos este listado de ingredientes para intentar comprender qué nos aportan y poder comparar mejor entre productos aparentemente iguales.
Agua.  Bastante fácil, ¿no?  Conviene tener presente que en un hombre adulto, el agua representa entre un 60 % - 70 % de su peso corporal.  En una mujer, el porcentaje es algo menor debido a que nosotras tenemos en proporción más tejido adiposo y menos masa muscular que ellos.
Así que no subestimemos su importancia.  Sirve no sólo para regular la temperatura corporal y sustituir los líquidos perdidos por el sudor sino para ayudar a reponer y fijar nuestras reservas energéticas (que consisten en carbohidratos solubles en agua). 
En las isotónicas es el solvente para el resto de ingredientes que conforman la bebida.  Pero este elemento no lo es todo y “algo tendrá el agua cuando la bendicen”…
Hidratos de carbono.  Es el nombre genérico con que se denomina a las moléculas que utiliza nuestro organismo como fuente de energía.  Vemos nombres como sacarosa y jarabe de glucosa que cualquiera sabría identificar como “azúcar”.  Al menos esos dos; la maltodextrina se produce industrialmente desde hace relativamente poco… 
Ajustemos el microscopio y adentrémonos a nivel molecular…
Sacarosa.  Es un carbohidrato simple.  O más simple:  es  el azúcar de toda la vida; dulce y calórico, sin sorpresas para ti. 
Jarabe de glucosa.  Se trata de un sustituto que se viene utilizando últimamente en preparaciones industriales para reemplazar a la sacarosa, ya que es todavía más dulce que ésta (y más calórico también).  Nuestro metabolismo utiliza glucosa como fuente primaria e inmediata de energía.  ¿Y por qué aquí deshidratado?  Si bien el jarabe de glucosa en polvo tiene interesantes usos en tecnología alimentaria, en este caso todo parece indicar que el fabricante lo añade en esta textura porque comercializa también versión seca de isotónica (esos polvos que venden para que tú  misma los disuelvas).  Así le resultaría más conveniente adquirir de su proveedor un solo producto en mayor cantidad.
MaltodextrinaA pesar de ser un carbohidrato complejo es de fácil digestión y rápida absorción, lo que lo hace ideal para consumirse durante el ejercicio y no horas antes como suele hacerse con otros carbohidratos complejos (la pasta, por ejemplo).  Por lo regular no es dulce, con lo que no llega a hacer la bebida más empalagosa de lo necesario.    
¿Por qué se mezclan tres tipos de carbohidratos?
Básicamente, tiene que ver con los mecanismos fisiológicos de absorción.  Lo verás más claro enseguida, pero debes saber que no todas las bebidas tienen tanta variedad.  Generalmente las más económicas y de marcas blancas sólo incluyen sacarosa (repetimos, azúcar de mesa). 
¿Cómo se absorbe la isotónica?
En general, cuanto antes se absorba la bebida que ingiramos, mejor se asimilan sus componentes y se evitan molestias e incidentes desagradables (como la tan temida y a veces ocurrente diarrea).  El líquido pasa del estómago al intestino delgado, donde son absorbidos los carbohidratos y éstos pasan a la sangre a través de la pared intestinal. 
Cada tipo de carbohidrato cuenta con un tipo de enzima específica para él que actúa en el intestino delgado.  Estas enzimas rompen y transportan el carbohidrato (otra vez:  a cada tipo le corresponde una enzima) a través de las paredes intestinales.  Si sólo hay de un tipo, los "transportadores" pueden llegar a saturarse.  Si se saturan, dejan de trabajar, con lo que el carbohidrato no se absorbería y permanecería en el intestino delgado o pasaría al intestino grueso, en cualquiera de los dos casos provocando problemas intestinales.
Hasta aquí, agua con azúcar (que no es poco)… Pero no hemos repuesto los electrolitos perdidos a través del sudor.  Es importante mantener un nivel adecuado de éstos y por eso 
vamos a desentrañar el resto de la jerga químico-industrial que lleva la etiqueta. 
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4 de marzo de 2011

Un encuentro inesperado

Esta mañana he salido a rodar un poco y enseguida le he visto. Nuestras miradas se cruzaron un instante más largo del que hubiera sido conveniente. La suya, una mirada traviesa que en seguida despertó en mí señales de alerta. También sentí curiosidad, no lo negaré, pero no podía entretenerme y continué hacia la senda que buscaba, alejándome de la marejada de 
coches que a esa hora se dirigen a las fábricas.  

No tardé en darme cuenta de que lo tenía a pocos pasos detrás.  Podría pensarse que era una casualidad, después de todo esos caminos no son míos por más que yo los transite.  Pero no:  estaba allí POR MÍ, me seguía A MÍ, ERA YO quien despertaba su interés … (Y él el mío cada vez un poco más).  En un pueblo tan pequeño, ¿cómo es que nunca antes nos habíamos cruzado?  Sin embargo, no era un novato ni parecía un forastero. 



Así continuamos, tontos los dos, durante la primera media hora.  Era yo quien marcaba el ritmo; "buen presagio", pensé, imaginando un futuro a su lado…  De apariencia regular, músculos bien definidos, sus condiciones físicas eran excepcionales, aunque desde esa distancia me era imposible acertar su edad.  Se le veía en forma y, como yo, parecía ser de los que madruga.  Por nombrar más cosas en común, diré que corría con alegría y no como una obligación autoimpuesta; llegué a envidiar su estilo y la ventaja que le daba su fisonomía.  Se notaba que tenía energía de sobra para adelantarme, pero parecía divertido teniéndome delante todo el rato, si bien ese no es mi mejor ángulo, si se me permite decirlo. 

Pero a la vuelta, ya cerca de casa, abandoné toda esperanza de tratarle...  Si en todo el tiempo que corrimos no se había decidido a abordarme, es que no había nada que hacer.  Sin embargo, decidí darle una última oportunidad:  entré a casa dejando la puerta entreabierta, al tiempo que me quitaba la ropa de correr y me ponía "algo más cómodo" (sinceramente pensé que él sería más audaz);  llené dos cuencos con agua del grifo y pienso Eukanuba y se los dejé fuera, en el bordillo junto a la farola.  Ni caso.  Está visto que perro corredor es poco mordedor.